RELATOS DE UNA POBLADORA

Nuestra posta de Primeros Auxilios.

-¿Por qué digo nuestra Posta de Primeros Auxilios?- Todos sabemos que nuestra Pincoya nació de una gran lucha que dimos todos. Es por ello que tenemos nuestro Consultorio, los dos Colegios y la construcción de toda la Pincoya. Todos estos logros son gracias a que en la Población estuvimos organizados. No costó darse cuenta de la necesidad de de una Posta de Primeros Auxilios para atender a los niños, jóvenes y adultos de toda la población. Además -los pobladores más conscientes- levantaron un Cuartel de Bomberos, entre ellos estaban Vicente Gálvez, Carlos Oyarce, y otros pobladores que no recuerdo sus nombres.
Éramos 17 pobladoras del Bosque 1 las que luchamos primero por la Posta y luego por el Consultorio. Primero nos contactamos con el Consultorio Quinta Bella; con el doctor Cruz logramos la atención de los niños. Tomamos cursos de primeros auxilios, y nos íbamos capacitando entre nosotros; juntamos moneda a moneda para comprar madera para levantar una pieza. La posta quedó hecha con la colaboración de todos, también vinieron amigos del centro y ayudaron a forrar, quedando un lugar limpio para la atención.

El 2 de mayo de 1970 se desató una epidemia de sarna y piojos. Como no había agua potable se desató esta epidemia. Nosotras como teníamos conocimientos de esta enfermedad y hacíamos lavados de lindano a todas las familias afectadas.
Como muchas familias vivíamos en carpa, hubieron personas quemadas, también pudimos curar su piel, con aceite de rosa mosqueta, que me regalaba mi hermana María Concha y Héctor Villalón de la Población Legua Emergencia.

Me acuerdo, que en esos días vino a la Posta de Primeros Auxilios una pobladora, que tenía sarna en su cabeza; como era un caso delicado, hablé primero con la Doctora Marcela Meline quien nos envió al Hospital J. Aguirre; donde no nos atendieron por falta de recursos, nosotras –solo teníamos- dinero para el bus. Hable con la Doctora Marcela y me dijo: Herminia hazlo tú.
La joven se llamaba Margarita, tenía 19 años, era bien bonita, tenía un bebe recién nacido. Ella era blanca, en sus mejillas rojas tenía muchas pecas. Llevaba un pañuelo que cubría su cabeza. Le saqué el pañuelo, y salió un tremendo olor de su cabeza. Eso fue a las 10 de la mañana, me acompañó María Elguin, las demás compañeras estaban afuera por si necesitábamos algo. Estábamos todas nerviosas. La indicación eran tener una buena tijera, levantar el pelo pegado, y cortar; sucedió que salieron piojos y rápido se iban a la casa. Yo, estaba preocupada. En cada tijeretazo salían piojos, en el tercer tijeretazo todo salió bien; saqué todo el pelo pegado, luego tome la cabeza y la puse en el agua con povidona yodada. Preparé una pomada, vaselina con polvos de penicilina, que estaban con fecha pasada; esta pasta se embetuna en la cabeza, luego se pone una tela de gasa con su pañuelo lavado y planchado. Le cambiamos su ropa, quemamos todo lo que sacamos de su cabeza. Terminamos a las 19.00 horas, su esposo la esperaba.
Esta historia que escribo es real, la Posta de Primeros Auxilios se realizó en 1971 en la calle Las Gardenias con el Trigal, una esquina en la manzana 3, en la casa de la Pobladora Herminia Concha.
- COMPAÑERA HERMINIA CONCHA-