16:30 hrs. Llegando al pasaje Las Malvas se aprecia algunos niños corriendo al fondo, saludan contentos. Al poco rato doy cuenta que la Casa de la Herminia se encuentra llena… el taller de el grupo “Los pulentos”, un grupo de jóvenes que trabaja con niños haciendo actividades de distinto tipo y en distintos lugares de la población [los viernes en la tarde hacen el períodico “Prensa y Alegría” en Biblioteca Libre, una bonita revista que consiste en varios artículos realizados por los niños sobre sus derechos y cómo los pueden colocar en escena en la población] este día estaban preparando unas botellas con la forma de cohetes, pintando y pintándose, lo que hacía ver mucha alegría y movimiento.
Entré a la biblioteca para dejar las donaciones que hemos recibido en la semana, libros, juguetes para niñas y una máquina de escribir para hacer los marbetes .-este es sólo un préstamo pero igual muy útil para el procesamiento técnico-., con el Goroso estabamos con la idea de hacer un cartel grande al fondo del pasaje, colocamos la mesa en el pasaje y ese gran plástico, con agua en botellas comenzamos a lavar con nuestras manos el polvo en el plástico, los niños comenzaron a acercarse, abrazos y ganas de pintar recibimos de varias y varios de ellos, Vale y su amiga se quedaron todo el tiempo .-dos niñas de unos 11 años, mas o menos peleadoras pero llenas de ganas de compartir-., al poco rato uno de los niños del pasaje nos ofreció manos para repartir volantes de la biblioteca y colgar el cartel. Diego llegó y pintamos junto con los niños rojas el cartel que decía “Biblioteka Libre”, en un extremo “Las Malvas 510”, y en el otro lado “Jueves y Viernes”. Giovanni [un niño bastante inquieto que viene desde que comenzamos a construir la biblioteca y que ahora tiene 14 años aprox.] se ofreció para pintar un libro. Varios niños iban y venían del taller. Colgamos el cartel al fondo del pasaje, y junto a la pizarra de la esquina nos permitía marcar bastante presencia, con lo que mucha gente comenzó a acercarse para observar qué era lo que estábamos haciendo, otros niños simplemente llegaban y se quedaban.
18:00 hrs. El grupo ya terminaba su primera fase de la actividad y los niños estaban inquietos preguntando por el taller de las máscaras, Fernando [el niño que se cree bibliotecario] me propuso que jugáramos a los libros y comenzó a gritar diciendo que era bibliotecario, lo llevé a la biblioteca y le dije – Señor bibliotecario, le traje unos libros… ¿usted los puede aceptar en su biblioteca?- respondió –Sí… pero hay que ordenarlos- así que comenzó a separarlos, separó dos montones de libros para niños, y lo ayudé a dejarlos en las estanterías, después le regalé un libro [para niños que me habían regalado por el Aniversario de Hans Christian Andersen, que está muy bien ilustrado] y le dije que ese libro era para su biblioteca y que le dijera al papá o a la mamá que se lo lea… leyó de inmediato el título, luego le decía a los otros niños que tenía un libro para su biblioteca.
Entré a la biblioteca para dejar las donaciones que hemos recibido en la semana, libros, juguetes para niñas y una máquina de escribir para hacer los marbetes .-este es sólo un préstamo pero igual muy útil para el procesamiento técnico-., con el Goroso estabamos con la idea de hacer un cartel grande al fondo del pasaje, colocamos la mesa en el pasaje y ese gran plástico, con agua en botellas comenzamos a lavar con nuestras manos el polvo en el plástico, los niños comenzaron a acercarse, abrazos y ganas de pintar recibimos de varias y varios de ellos, Vale y su amiga se quedaron todo el tiempo .-dos niñas de unos 11 años, mas o menos peleadoras pero llenas de ganas de compartir-., al poco rato uno de los niños del pasaje nos ofreció manos para repartir volantes de la biblioteca y colgar el cartel. Diego llegó y pintamos junto con los niños rojas el cartel que decía “Biblioteka Libre”, en un extremo “Las Malvas 510”, y en el otro lado “Jueves y Viernes”. Giovanni [un niño bastante inquieto que viene desde que comenzamos a construir la biblioteca y que ahora tiene 14 años aprox.] se ofreció para pintar un libro. Varios niños iban y venían del taller. Colgamos el cartel al fondo del pasaje, y junto a la pizarra de la esquina nos permitía marcar bastante presencia, con lo que mucha gente comenzó a acercarse para observar qué era lo que estábamos haciendo, otros niños simplemente llegaban y se quedaban.
18:00 hrs. El grupo ya terminaba su primera fase de la actividad y los niños estaban inquietos preguntando por el taller de las máscaras, Fernando [el niño que se cree bibliotecario] me propuso que jugáramos a los libros y comenzó a gritar diciendo que era bibliotecario, lo llevé a la biblioteca y le dije – Señor bibliotecario, le traje unos libros… ¿usted los puede aceptar en su biblioteca?- respondió –Sí… pero hay que ordenarlos- así que comenzó a separarlos, separó dos montones de libros para niños, y lo ayudé a dejarlos en las estanterías, después le regalé un libro [para niños que me habían regalado por el Aniversario de Hans Christian Andersen, que está muy bien ilustrado] y le dije que ese libro era para su biblioteca y que le dijera al papá o a la mamá que se lo lea… leyó de inmediato el título, luego le decía a los otros niños que tenía un libro para su biblioteca.
Después de un rato se fueron todos a lanzar los cohetes, nos quedamos en la casa de la Herminia y llegó el Miño para el taller de las máscaras. Nos quedamos hablando al Miño sobre la actividad, al poco rato volvió Jocelyn [una de las jóvenes que prepara actividades con los niños] con dos niñas, y le preguntamos cómo le había ido con eso… nos invitó para que viéramos los cohetes volar… llegamos caminando a las canchas y estaban todos muy impresionados .-Fernando no se despegaba de su libro-., después de un rato prepararon un cohete [el cohete era una botella con un poco de agua en su interior, en la parte de la tapa se le colocaba un corcho, dos anillos de cartón… uno alrededor de la parte gruesa de la botella y el otro en la parte más delgada, todo el día habían estado cortando y pintando estos cartones, luego al corcho (que queda hacia abajo en la boquilla de la botella) se le colocaba una aguja de esas para inflar pelotas y con el bombín se le llena de aire, al poco rato de inflar… la botella sale disparada hacia el cielo] y la botella-cohete salió realmente muy alto, fue muy entretenido. Después de eso nos despedimos de los que tenían que ir a sus casas y volvimos con los niños que querían hacer máscaras.
19:00 hrs. Comenzó el taller de máscaras con 9 niños, al tiempo que inflaban los globos el Miño preparaba el balde con tiras de papeles de diario, agua y cola fría .-fueron dos frascos llenos de cola fría-. Al Diego se le ocurrió ir a comprar, lo acompañé y compró 12 panes con paté y dos bebidas chicas. Llegamos y comenzamos a preparar los panes con paté .-nos falta tener servicio en la habitación que utilizamos como cocina-. Luego comenzamos a repartirlos y comenzaron a comer con bastantes ganas .-tenemos que ver el tema del hambre de los niños-. El tema es que dejaron un poco de lado el taller por los panes .-para otra vez haremos una once o un almuerzo pero hay que evitar hacerlo en el ejercicio de una actividad-. Después de un rato continuamos con el taller de máscaras [esta primera sesión consistió en la realización de la base de la máscara, sobre la superficie de un globo se colocan tiras de papel de diario en sentido vertical hasta cubrirlo por completo, luego y cuando se ve apretado se comienza a colocar otro tejido en sentido horizontal… la idea es llegar a realizar por lo menos 10 capas para que quede resistente, pero para esta ocasión llegamos a 2 capas por que es un trabajo mas o menos difícil para los niños].
20:30 hrs. Ya nos despedimos y los niños comenzaron a lavar sus manos para irse, se veían realmente muy contentos. Nos quedamos conversando con el Diego, el Goroso y el Miño y de pronto llegó una señora a visitar la biblioteca, llegó con un hombre con un perro, nos felicitó por el trabajo y prometió donarnos libros la próxima semana. Nos preguntó por dos libros… no los teníamos pero le dijimos que viniera en la semana para volver a preguntar.
19:00 hrs. Comenzó el taller de máscaras con 9 niños, al tiempo que inflaban los globos el Miño preparaba el balde con tiras de papeles de diario, agua y cola fría .-fueron dos frascos llenos de cola fría-. Al Diego se le ocurrió ir a comprar, lo acompañé y compró 12 panes con paté y dos bebidas chicas. Llegamos y comenzamos a preparar los panes con paté .-nos falta tener servicio en la habitación que utilizamos como cocina-. Luego comenzamos a repartirlos y comenzaron a comer con bastantes ganas .-tenemos que ver el tema del hambre de los niños-. El tema es que dejaron un poco de lado el taller por los panes .-para otra vez haremos una once o un almuerzo pero hay que evitar hacerlo en el ejercicio de una actividad-. Después de un rato continuamos con el taller de máscaras [esta primera sesión consistió en la realización de la base de la máscara, sobre la superficie de un globo se colocan tiras de papel de diario en sentido vertical hasta cubrirlo por completo, luego y cuando se ve apretado se comienza a colocar otro tejido en sentido horizontal… la idea es llegar a realizar por lo menos 10 capas para que quede resistente, pero para esta ocasión llegamos a 2 capas por que es un trabajo mas o menos difícil para los niños].
20:30 hrs. Ya nos despedimos y los niños comenzaron a lavar sus manos para irse, se veían realmente muy contentos. Nos quedamos conversando con el Diego, el Goroso y el Miño y de pronto llegó una señora a visitar la biblioteca, llegó con un hombre con un perro, nos felicitó por el trabajo y prometió donarnos libros la próxima semana. Nos preguntó por dos libros… no los teníamos pero le dijimos que viniera en la semana para volver a preguntar.